jueves, 4 de junio de 2009

Articulo acercado por Alcides Borelli

ACTITUDES POSITIVAS DEL JUGADOR DE RUGBY

La actitud la noche anterior al partido y la mañana previa

Los antiguos guerreros impusieron la tradición de "velar las armas" lanoche previa al combate, esto significa sentarse frente al fuego con todas las armas a la vista, simplemente conversando y mirando sus armas, las cuales iban a ser usadas en combate para defender su estandarte. En ese momento su mente estaba totalmente compenetrada con su próxima actuación y en la función que debería desarrollar al día siguiente. Lo mismo sucede en el juego del rugby, la noche previa al partido el jugador debe concentrarse en su juego, en las técnicas, en su desafío próximo y en como desarrollar entereza mental ante el compromiso de defender su camiseta contra el oponente que llega con las mismas intenciones. Para ello recomendamos que el entrenador haga mucho hincapié en:

Su equipo (vestimenta adecuada, tacos y botas)

Su actitud mental (nervios, garra, motivación, grado de compromiso)

Su actitud física (estar preparado y no desesperado)

Su descanso

Su alimentación

Su función dentro del equipo

Existen diferentes formas para lograr una correcta predisposición hacia el juego aunque es recomendable juntarse a comer en familia la noche anterior y ver alguna película alentadora o inspiradora. Acostarse tempramo, desayunar bien y entretenerse sin nervios ni angustias, distendido y animado. Cuando la prueba es por la tarde, el desayuno será normal y el almuerzo anterior a la competición se tomará a cualquier hora, teniendo en cuenta el intervalo aconsejado de 3 horas antes del comienzo del partido.

Plan de hidratación:

Hidratarse antes del ejercicio:beber 2 vasos grandes de agua 2 hs. antes del ejercicio y 1 vaso 15' antes de la competición.

Hidratarse durante el ejercicio: la recomendación mínima de ingesta de agua es de 100 - 200 ml. cada 15 - 20'.

Hidratarse después del ejercicio: rehidratarse sin restricción, beber 3 vasos de agua cada ½ kg. de peso perdido por transpiración para favorecer la recuperación y eliminación de sustancias tóxicas acumuladas durante el ejercicio.

La actitud antes del partido

Todos pretendemos que previo al partido los jugadores estén ciento por ciento concentrados en lo que va a ocurrir. No siempre pasa. Por eso entendemos que una buena forma de incentivar esto es llegar al partido una hora y media antes del inicio del juego, llegar al campo donde se jugará, inspeccionar el estado del campo (aunque en realidad la importancia de esto es sentirse ya mentalmente dentro el campo) y entrar una hora antes al vestuario (ese es su lugar, con sus compañeros, con el olor al partido, con los ruidos de los tacos contra el suelo, sin ver otra cosa que su propia camiseta) en silencio, con disciplina y a las ordenes del capitán. Esta ceremonia logra concentración y motivación, dos factores fundamentales a la hora de desarrollar con excelencia la práctica del juego.

La actitud durante el partido

Sesenta minutos es el tiempo reglamentario de un partido de rugby; sesenta minutos es, entonces el desafío del jugador, sesenta minutos de placaje, carrera, posesión, recuperación, velocidad mental, concentración esfuerzo, sacrificio, unidad, compromiso, solidaridad, dientes apretados, visión clara del juego, motivación, reacción y entrega. Esta es la actitud que se espera de un gran jugador de rugby, todo lo demás puede esperar.

Es deber del entrenador hacer comprender esta responsabilidad a los jugadores que integran un equipo. Repetimos 60 minutos no quiere decir cincuenta y nueve, son sesenta minutos donde se decide el éxito o fracaso de un jugador y de un equipo. No queriendo decir con esto que éxito es ganar y fracaso es perder. Si un jugador y un equipo logran mantener durante sesenta minutos la actitud arriba mencionada, ha tenido éxito independientemente del resultado. Aunque es lógico que manteniendo esta actitud le costará mucho al rival ganar numéricamente.

La actitud al marcar un tanto

A lo largo de los años hemos visto cambiar las actitudes de los equipos al marcar tantos al rival. Históricamente los tantos no eran festejados con arranques futbolísticos, sino con respeto a quienes habían dejado la piel para impedir el ensayo de un contrario. Nuestra gran alegría estaba en marcar el tanto, no en el festejo. También ante esta correcta actitud evitábamos el riesgo de ser contrarrestados de la misma manera ya que nadie puede predecir el desenlace del juego, ni quien terminara victorioso y quien no. La historia no debe ser traicionada. No traicionemos la historia. Tratemos con respeto a quienes con hidalguía y valor defendieron con su integridad física su más preciado tesoro, su propia zona de ensayo.

La actitud ante la derrota

A nadie le gusta perder, es la esencia del ser humano. Pero lamentablemente en cualquier contienda deportiva existen tres resultados posibles, ganar, perder o empatar. No es importante desde lo actitudinal como termine el partido sino que lo importante es como lo asumo como integrante del equipo, la derrota.

Un gran jugador repetía que ante la derrota un jugador debe mantener su cabeza en alto, su espalda derecha, el pecho hacia afuera y saludar con valentía al rival que había logrado el triunfo. También decía que el rugby siempre da revancha y que la importancia de la actitud dentro del juego del rugby no residía en las veces que se ganó o perdió, sino la cantidad de veces que te levantas con más ímpetu después de cada derrota. No importa tanto cuantas veces te aplacan sino cuantas veces te vuelves a levantar.

La actitud ante el éxito

Honrar al oponente que tanto tuvo que batallar para mantenerse en pie.

Agradecer su entrega y valentía.

Humildad ante el resultado favorable

Servir con humildad a quien hizo posible nuestro triunfo

Estas son las actitudes con las cuales se debe formar un jugador de rugby de verdad, este es el criterio a adoptar despues de una victoria. Recuerden que los índices numéricos son cambiantes, lo que no cambia nunca es la actitud de quienes entienden el rugby como un medio formativo. Es obligación del entrenador hacer comprender este principio fundamental del juego del rugby y del hombre de rugby, la humildad forja un carácter de por vida.

La actitud ante la trampa

La honestidad es uno de los atributos más importantes que un entrenador de verdd debe transmitir a un jugador de rugby. En los antiguos juegos griegos todo participante que rompiera las reglas o tratara de sobornar al juez tenía que pagar una multa y se le obligaba a esculpir una estatua de sí mismo, inscribiendo en ella su nombre y la naturaleza de su ofensa.

A tales estatuas se las conocía como zanes. Tal vez lo más notable de los juegos de la antigüedad es que a lo largo de mil años se esculpieron solo 13 zanes. Sin embargo existen otras formas de ser honestos en el deporte que van más allá de las trampas. En el golf hay una regla que dice que se descalificará al jugador que falsifique su tarjeta o no la entregue firmada. En una ocasión el conocido golfista Gary Player entrego una tarjeta sin firmar y fue descalificado. Los periodistas preguntaron si no había ningún juez cerca que le recordará firmar y el contestó:

"Mi amigo, hay ciertas responsabilidades en la vida que uno no puede hacer descansar sobre los hombros de otros. El responsable de firmar era yo, y ahora debo pagar las consecuencias"

Demostrar como los valores de la honradez y lealtad superan a la humillación de la trampa son responsabilidades del entrenador.

La actitud hacia el rival

Sabemos que este es un juego de conjunto que cuenta con algunos elementos para poder ser realizado. Uno es el arbitro que puede no estar, otra es el campo que también puede faltar, otro es la pelota que podemos conseguir hacerla nosotros mismos y la última es el adversario que es irremplazable, no podemos jugar al rugby sin un equipo oponente; de manera que nuestra actitud hacia el debe ser siempre de agradecimiento por permitirnos compartir un juego tan apasionante.

Agradecer al rival significa honrarlo con nuestro juego, con nuestra tenacidad, con nuestra valentía. También honrar a nuestro oponente significa dar el 110 % de nuestra capacidad al logro de un partido brillante. Honrar a nuestro adversario significa, también, no tener lástima o compasión a la hora de ser duros, significa marcar la mayor cantidad de puntos posibles, significa luchar cada pelota como si fuera la última, significa no bajar los brazos si el partido se escapa en el tanteador. Honrar a nuestro adversario significa tener humildad ante el éxito y dientes apretados ante la derrota. Honrar significa respetar y hacerse respetar, en cada placaje, en cada melé, en cada touche, en cada ruck o en cada maul. Honrar es agradecer la deferencia de jugar con nosotros. Honrar significa hacer lo correcto en cada momento.

No es honrar al adversario hacer cosas que están fuera del camino de acercarnos a nuestro objetivo, eso es tratarlo como inferior, y eso definitivamente, no es honrar al oponente.

La actitud durante el tercer tiempo

...Dicen que el tercer tiempo nació en Irlanda, cuando Fergus W. Flannagan, capitán del Mulligham School, después de un partido con le Farm College del mismo pueblo, invitó a Dermon O´Flaherty y su equipo a festejar con una copa la amistad y lealtad que se había forjado a través de la pasión por el juego que estaba en sus comienzos y necesitaba de la participación de todos. Si bien es una hipótesis, en el fondo el origen tiene que haber sido compartir una copa entre amigos después de haber luchado lealmente en el campo de juego. El tercer tiempo entonces, interesa a gente que comparte y participa de este juego, y lo vive como medio para ser mejor persona, gente que le interesa al otro. Así de simple.

...Es decir, el tercer tiempo es un lugar de encuentro, de gente de rugby. Un medio para relacionarse y divertirse, que al igual que el juego, se enseña, se aprende y se educa desde infantiles, y se sostiene desde el plantel superior y hasta los veteranos.

De forma tal que la actitud del jugador en el tercer tiempo debe ser:

Llegar temprano

Servir a su rival antes que a sí mismo

Atender a todos

Poner onda y buen rollo

Estar a disposición de las necesidades de todos

Irse lo más tarde posible

Indudablemente esto es aplicable tanto al jugador como al entrenador, siendo importante que el entrenador no solo lo predique sino también lo practique

5 comentarios:

ÑAÑA dijo...

MUY bueno ESO loco,
me lo lei todo, te RE
motiva mal, y es ASI,
como deberia ser ..
MUY bueno.. eh.. nos vemos el martes (y)

Anónimo dijo...

Que duro que nos diste ayer alvarito!
igual te bancamos
un abrazo
Pampa

Anónimo dijo...

k bueno si estos conceptos y actitudes se pudieran llevar a otros deportes sobre todo el tercer tiempo.... muy bueno!!

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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